"La única razón para que el tiempo exista es para que no ocurra todo a la vez."
Albert Einstein
¡¡Buenas tardes a todos, tecnofutureros y tecnofutureras!!
Hoy, Martes 25 de Abril, escribo una nueva entrada para hablaros, como siempre, de un posible avance tecnológico que cambiaría nuestra forma de ver la vida. Si, si, de "ver" la vida, literalmente hablando.
Imagina por un momento una situación cualquiera. Estás, por ejemplo, en tu casa. Tomándote una coca cola sentada en la terraza porque hace un día espléndido. Contemplas el cielo azul sin una sola nube, el verde césped (si eres afortunado y tienes buenas vistas a un verde césped), los pájaros cantando....
Y la ventana abierta de tu vecino de en frente. Y adivina qué: ¡está desnudo! (OMG, OMG, OMG). Se está cambiando de ropa con tanta prisa que no se está dando cuenta de que se ha dejado las ventanas abiertas de par en par y las cortinas sin echar. Y claro, tu retorcida mente de voyeur acaba obligándote a mirar. Y hay que ver con tu vecino, no está nada mal, si pudieras guardar esa imagen en tu recuerdo para siempre...
Sony quiere ayudarte a conseguirlo. O al menos por ese camino llega su nueva propuesta. La multinacional japonesa ha ideado unas lentillas con las que, con solo un pestañeo, podrías hacer una fotografía o filmar un vídeo a través de: ¡tus propios ojos! Además, la propia lentilla contaría con una memoria interna en la cual almacenar todos esos archivos que decidieras capturar.
Dicha tecnología es, como cabe esperar, tan solo una patente, una idea original que Sony quiere proteger aunque todavía no cuente con los medios ni la tecnología necesarios para llevarla a cabo. La apuesta, desde luego, es valiente, pues incluso se pretende que la lentilla mágica, como cualquier cámara de hoy en día, tenga mecanismos como enfoque automático, zoom o estabilizador de imagen. Y también que dispongan de otro ajuste esencial; saber diferenciar el pestañeo inconsciente (que es el que duraría menos de medio segundo y con el cual solo queremos refrescar el lagrimal) y el pestañeo consciente (con el que se pretende firmar el elemento de interés que tus ojos ven y que se activaría en cualquier parpadeo superior a medio segundo).
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| Scott Amyx |
Parece que el precedente más inmediato de esta innovación son las Google Glass, las gafas de realidad virtual de Google, que desafortunadamente para la marca no han obtenido ni demasiado reconocimiento ni demasiadas buenas críticas, debido al poco rendimiento de su batería o a su alto precio en el mercado tecnológico, no al alcance de cualquiera, entre otros muchos factores. Ante este hecho, Scott Amyx, director de la consultora Amyx McKinsey, declara: "La sociedad tiene que aceptar los nuevos usos, igual que aceptaron las llamadas desde el móvil en locales o los mensajes durante las comidas. Ahora bien, si no encuentran encaje social no tendrá sentido relanzar las gafas, quedarán como un instrumento para tareas profesionales, muy especializadas.” Esperemos que si en algún momento nuestras lentillas fotográficas deciden salir a la luz, lo hagan con algo más de éxito.
Y aunque en la realidad la patente parece más bien una fantasía distópica, en la ficción nos encontramos bastantes ejemplos de un mundo en el cual pudiésemos grabar y fotografiar nuestra realidad. Sin ir más lejos, Black Mirror, la famosa serie televisiva sobre sociedades más avanzadas tecnológicamente, en su tercer capítulo "Toda tu historia", hace una cruda denuncia a este tipo de avances "oculares". En él nos presentan una sociedad en la cual todo el mundo tiene implantado en su oreja un aparato al que denominan "el grano", que está conectado directamente con sus ojos y graba todo lo que día a día ve el sujeto. Liam es un joven abogado que tras una cena comienza a sospechar que su mujer estuvo liada con uno de sus invitados. Está tan decidido a saber que ocurrió entre ellos que repite una y otra vez la cena a la que asistieron en busca de todo detalle de interés, la pareja entrará en una espiral de verdades de la que no pueda escapar, pues todo está grabado. No es tu palabra contra la mía, es lo que vieron tus ojos, contra lo que vieron los míos.
Lo que nos lleva inevitablemente a pensar en el marco ético de la cuestión. Si las lentillas objeto de estudio, hoy salieran al mercado también se abriría un debate totalmente necesario con ellas, la privacidad del ser humano. Tener una fotografía mediante un parpadeo, nos permitiría guardar videos o imágenes que de otra forma no haríamos... puesto que sacar un móvil o una cámara para hacer una foto dista mucho de ser la sencilla actividad que es pestañear. Por esa razón, y desde la humilde opinión de una bloguera y tecnoforera como yo, acabaríamos fotografiando todo cuanto pudiésemos,estando incluso más atentas a lo que podemos fotografiar o grabar que a lo que miramos a través de nuestros propios ojos, y, como le ocurre a Liam en Black Mirror, nuestros propios recuerdos nos acabarían atormentando hasta descubrir una verdad que en la mayoría de los casos ni siquiera quisiéramos saber.
Y ahora, eso si, falta daros a todos las gracias por leer el blog, mandaros muchos tecnosaluditos y animaros a que comentéis qué os parece esta idea de Sony para fotografiar en un abrir y cerrar de ojos (¿Lo pilláis?) y si creéis que afectaría radicalmente o no a nuestra privacidad y a nuestra forma de recordar los momentos que hemos vivido y, gracias a esta posible lentilla, habríamos guardado. ¿Os gustaría poseer una? ¡Espero respuestas!
Atentamente, Inés, una tecnofuturera curiosa.
